lunes, marzo 17, 2008

SOLUCIÓN


Lo notable de este problema es lo sencillo de la respuesta.


Peor aún:no bien la lea, si es que usted no pudo resolverlo, se va a dar la cabeza contra la pared pensando, ¿cómo puede ser posible que no se me hubiera ocurrido?


La solución es que la eminencia de la que se habla, es la madre.


Este punto es clave en toda la discusión del problema.


Como se advierte (si quiere vuelva y relea todo), nunca se hace mención al sexo de la eminencia. En ninguna parte. Pero nosotros tenemos tan internalizado que la eminencias tienen que ser hombres que no podemos pensarla mujer


Y esto va mucho más allá de que puestos ante la disyuntiva explícita de decidir si una eminencia puede o no puede ser una mujer, creo que ninguno de nosotros dudaría en aceptar la posibilidad tanto en una mujer como en un hombre.


Sin embargo, en este caso, falla.


No siempre se obtiene esa respuesta.


Más aún: hay muchas mujeres que no pueden resolver el problema y


cuando conocen la solución se sienten atrapadas por la misma conducta machista que condenan. En fin, creo que es un ejercicio muy interesante para testear nuestras propias complicaciones y laberintos internos.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Es muy impresionante como funciona nuestro cerebro. Hay cosas que ya las tenemos asumidad y no nos detenemos a pensarlas. Estas y muchas otras cosas son inculcadas en nosotros por la sociedad en la que vivimos y nuestro cerebro las absorbe y listo.

Sibyla dijo...

Por fín sé la respuesta!!!!!!!!!!
Aquí, en mi país, siempre quese dice la palabra eminencia, se relaciona con un hombre, con título de jerarquía eclesiástica. Por eso yo lo asocié a un varón...

Me gustó tu acetijo!

Besos:)))))))))