miércoles, octubre 03, 2007

Hablemos de tiempo...

Tiempo es lo que te falta.
Tiempo es lo que te sobra.
Una persona como la gente nunca tiene tiempo. Es el tipo de la agenda.
Si es computarizada mejor.
Queda bien llorar, golpearse el pecho, porque uno no puede atender a su familia, por esa falta, la falta de tiempo.
Es que uno se sacrifica, por eso no tiene tiempo. Se sacrifica por los hijos, por la familia y de esa manera sacrifica a la familia.
Sentirse culpable es una de la mayores hazañas de nuestro tiempo.
Para tener tiempo, dice la gente, hay que irse. A la playa, a la montaña, a Miami, lejos de este mundanal ruido.
A otro mundanal ruido.
A cambiar de aire, es decir de tiempo, es decir de ruido.
Pero de pronto aparece, el tiempo, y ahí está, y tiene forma de agujero y color de negro opaco y aroma de angustia.
Es cuando uno no sabe que hacer.
Uno no sabe que hacer cuando pierde las recetas de la semana y del fin de semana y se siente vacio.
Se siente malo, porque esa es justamente la libertad y ese aspecto tiene de:
-Tienes que hacer algo contigo mismo.
-¿Y eso en que consiste?- quisiera preguntar uno.
Pero no hay a quien preguntar. En eso consiste la libertad, en que debes responder tus preguntas, y el mercado de lo enlatado tiene para estos tópicos las persianas bajas.
Tiempo de soledad, tiempo de tiempo.
Los griegos lo inventaron e inventaron qué se puede hacer en ese tiempo.
Pensar, decian.
¿Pensar?
No seria mejor lavar el auto, pasear al perro, irse lejos,lejos para regresar luego de lejos, lejos y entre ir y regresar uno ya se gasta todo ese tiempo que habia que invertir.
Invertir es pensar.
El resto es pasar el tiempo. O matarlo.
Como si fuera algo viviente. Que espanto ¿no?