
Me senté a escribir.
A hablar de un lugar hermoso al que amo. De un lugar que quedó como un sello en mi alma. Un lugar que grita en lo alto con voces de hombres que trabajaron la tierra.
Ayer justamente me senté a mirar algo de televisión y me encontré con una campaña fotografica de una joyeria de Perú en los lugares sagrados de Machu Pichu, con una joven modelo posando con esas joyas tan espectaculares colgando de su cuello, unos lugareños contemplaban de lejos los flashes que se disparaban atrapando a aquel lugrar maravilloso a esa gente maravillosa en una cámara que será la encargada de mostrar al mundo, esos rostros, ese lugar, creando el marco ideal para que esas gragantillas, aretes, brazaletes, sean irresistibles y caros porsupesto...
Ahora si prestabas atención podias oir a la tierra reclamando por esos objetos que pertenecieron a hombres y mujeres que dieron su vida, que derramaron su sangre por guardar y salvar a aquel lugar perdido en lo alto y a su gente de ese mal que corrompe el alma, corroe los huesos y te aleja de lo que verdaderamente vale en esta vida y del cual estamos tan contaminados, avaricia, ese hambre de tener, de acumular sin importar como, aunque para eso tengamos que derramar sangre de hombres que lo unico que hicieron fue dedicarse a cuidar la tierra, que al nacer se les concedió...
ALTURAS DE MACCHU PICCHU .
Sube a nacer conmigo, hermano.
Dame la mano desde la profunda
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares:
albañil del andamio desafiado:
aguador de las lagrimas andinas:
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
decidme: aquí fui castigado, .
porque la joya no brilló
o la tierra no entregó a tiempo la piedra o el grano:
señaladme la piedra en que caísteis
y la madera en que os crucificaron,
encendedme los viejos pedernales,
las viejas lámparas, los látigos pegados
a través de los siglos en las llagas
y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
A través de la tierra juntad
todos los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme
toda esta larga noche como si yo estuviera
con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena, eslabón a eslabón,
y paso a paso, afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años
edades ciegas, siglos estelares.
Dadme el silencio, el agua, la esperanza. .
Dadme la lucha, el hierro, los volcanes. .
Apegadme los cuerpos como imanes. .
Acudid a mis venas y a mi boca, .
Hablad por mis palabras y mi sangre. 
by Pablo Neruda